Estilo Moderno

Para entenderlo hay que conocer que este movimiento comenzó con la revolución industrial a fines del siglo XIX en países europeos obteniendo así su particularidad. Lo que lo caracteriza es su forma de jugar con interiores limpios, serenos y sencillos; es decir, usar en paredes tonos bajos o neutros como beige o incluso negro, pero en poca proporción. Su peculiaridad radica en la utilización de formas básicas, líneas y curvas funcionales combinando con materiales metálicos, cromados, vidrios y sin partes ornamentadas en muebles. Convirtiéndolo en uno de los estilos más apetecidos por las parejas a la hora de decorar sus hogares. Un ejemplo de cómo utilizar correctamente colores oscuros para alcanzar a la perfección un estilo moderno es con el “Sofá 3P Valencia Gris” que otorga un equilibrio perfecto para armonizar correctamente la habitación.

Estilo Contemporáneo

Para definirlo se usarían perfectamente las palabras “Aquí y ahora”, es decir que con este diseño siempre plasmamos la vida actual. No te preocupes si te confundes al principio ya que suele ser un poco más difícil de identificar porque está en constante cambio. Su esencia es el uso de espacios libres y grandes para lograr ambientes frescos y sutilmente sofisticados o poco inusuales con el uso de texturas y líneas limpias. Los colores que predominan tanto en paredes como muebles son tonos neutros o fuertes teniendo en cuenta siempre el balance en la decoración. Se utilizan mucho los elementos metálicos o de vidrios tanto en muebles como en iluminación para implementar correctamente este estilo. Ejemplo: “Sofá 2P y 3P Kelsy Plomo”.

Estilo Clásico

Y hemos llegado al último, al estilo que más se diferencia de los otros porque tiene elementos muy marcados que asemejan a la edad antigua. Quizá lo recuerdes como la decoración que utilizaban tus abuelitos, pero la realidad es que es uno de los más escogidos a la hora de diseñar interiores porque está en constante evolución a través de los años, y hay que aceptarlo es uno de los más elegantes y sofisticados porque predomina siempre la sobriedad en los detalles. ¿Qué lo distingue? El uso visible y externalizado de madera, los principales tonos a utilizarse tanto para muebles como paredes son beige, colores oliva y dorados. Es muy común ver el uso de tapizados y telas como terciopelo o seda. La iluminación se caracteriza por ser de lámparas o candelabros.

¿Combinarlos entre si es posible? ¡Por supuesto! Ambientar tu hogar es definitivamente expresar no solo tu gusto sino tu personalidad. No deberías encontrar limitación alguna al decorar si entiendes a la perfección lo que deseas y como plasmarlo. Y ahora que ya conoces la diferencia entre cada estilo, de seguro será un trabajo muy fácil para ti. ¡Es tempo, manos a la obra!